Cómo Enseñar Matemáticas en Preescolar
Te has preguntado ¿Cómo enseñar matemáticas en Preescolar? ¿Cuáles son las Nuevas Estrategias en este fascinante tema? ¿Qué métodos y /o Juegos puedo aplicar para enseñar matemáticas a mis alumnos/ hijos ? Entonces sigue leyendo , este material es para tí.
Esta obra Maneja temas para Enseñar:
- Nociones temporales
- Nociones espaciales
- Conjuntos
- Número
- Medida
- Forma
- Calor
- Tamaño
- Seriación
- Ordenación
- Clasificación
- Cuerpos geométricos
- Juegos para enseñar matematicas a los niños
- No hay aprendizajes donde no hay desafío que provoque en el alumno una necesidad a su “querer conocer”
- Una obra completamente práctica, con actuaciones didácticas apoyadas en la acción del niño
- Estrategias de carácter innovador que aseguran por su riqueza potencial y su brillante adaptación a la función docente, el descubrimiento y la construcción de conceptos y principios matemáticos en las propiedades y relaciones espacios temporales, el número, las operaciones y el desarrollo del razonamiento lógico de las matematicas para niños de preescolar.
Técnicas para Enseñar Matemáticas en Preescolar
Una obra de útil fuerza renovadora para profesores (y padres) de educación preescolar y primer ciclo de educación primaria, así como estudiantes normalistas y de carreras universitarios relaciones con la docencia par implementar tecnicas para enseñar matematicas a niños.
ÍNDICE
Introducción | 4 |
Primera parte
Relaciones- Espacio Temporales |
7 |
Segunda parte
Hacia el concepto de número cardinal |
127 |
Tercera parte
Sobre el razonamiento lógico |
185 |
En este libro encontrarás actividades como:
Primera Parte Relaciones Espacio Temporales
Capítulo 1: Colores primarios
Capítulo 2: Largo- corto
Capítulo 3: Grande- pequeño
Capítulo 4: Alto- bajo
Capítulo 5: Cerca- lejos
Capítulo 6: Reconocimiento de colores compuestos
Capítulo 7: Tener la misma forma
Capítulo 8: Recta curva
Capítulo 9: Curva abierta- curva cerrada
Capítulo 10. Representación
Capítulo 11: Dentro- fuera
Capítulo 12: Reconocimiento de figuras
Capítulo 13: Encima- debajo
Capítulo 14: Guarismos
Capítulo 15: Delante- detrás
Capítulo 16: Izquierda- derecha
Capítulo 17: Entre
Capítulo 18: Mayor- menor- igual
Segunda parte “Hacia el concepto de numero cardinal”
Capítulo 1: Sobre las relaciones de clasificación
Capítulo 2: Equivalencias
Capítulo 3: Reconocimientos del nombre de la propiedad numérica en relación con la cantidad
Respuestas a algunas respuestas
Capítulo 5: Otros números
Capítulo 6: El número cero
Capítulo 7: Orden y seriación
Capítulo 8: Contar
Capítulo 9: La sustracción o resta
Tercera parte “Sobre el Razonamiento Lógico”
Capítulo 1: Juegos lógicos
EJEMPLO DE CÓMO ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN PREESCOLAR
Grande Pequeño
Seguramente cuando éramos niños escuchamos, más de una vez, que nos dijeron: “¡Qué grande estás!”, aunque quizá no pasáramos de un metro y medio y no hayamos pesado más de 30 Kg. No es ésta, como ya se habrá supuesto, la acepción que de “grande” queremos significar. ¿Cuál es, entonces? Ninguna. La expresión grande no es un concepto, matemáticamente hablando, como tampoco lo es pequeño. Al menos, no lo son tomados aisladamente.
¿Es grande un elefante? ¿Es pequeño un alfiler? Ni es grande un elefante, ni es pequeño un alfiler. Un alfiler puede ser grande si se compara con una pestaña, del mismo modo que un elefante puede ser pequeño si se compara con un vagón de un tren (y no se vale, claro está, aducir que se trata de un tren de juguete).
Grande y pequeño no tienen sentido matemático si lo que se dice no se apoya en la objetividad y no se definen en la expresión de la relación entre dos o más objetos, viniendo ésta dada por: “Más grande que…” y “Más pequeño que…”
Actividad 1
Esta actividad trataría de conducir, mediante una situación de juego, desde las palabras utilizadas por el niño hasta las expresiones grande-pequeño. Serviría cualquier situación que consiguiese este objetivo, pero jugando siempre con dos objetos y nunca con uno solo.
Aunque serán muchos los niños que identifiquen entre dos objetos “el grande” y “el pequeño”, es necesario empezar el desarrollo por la actividad uno para centrar su atención en el trabajo de la adquisición de la relación por comparación.
Una Posible Situación
Tomaremos dos objetos de la misma clase, fácilmente reconocidos por el niño, cuyas dimensiones se puedan distinguir claramente (dos manzanas, por ejemplo, en las que el tamaño de una fuese superior significativamente al de la otra).
-Si tuvieran hambre, ¿cuál manzana se comerían? – preguntemos.
Las respuestas del niño más generales pueden ser:
- Ésa… Aquélla, etcétera
- La grande
Respecto a la respuesta b) si no es unánime, callaremos. Si son todos los niños los que la han elegido les preguntaremos por qué no se comen la otra, con el único fin de verificar si también se expresan con la palabra “pequeña”. Respecto a la respuesta a) tendremos que observar si estos niños también tienen en su vocabulario las palabras grande-pequeño, aunque en ese momento no las hayan utilizado. Si no las tienen en su vocabulario volveríamos a hacer la misma pregunta cambiando las manzanas de posición. Es decir, que si antes la manzana grande estaba a la derecha de la pequeña, la pondremos ahora a la izquierda de ésta.
Seguramente responderán con “esa”, “aquella”, señalando la misma manzana que habían señalado anteriormente. Les preguntaremos por qué se comerían ésa. Escucharemos atentamente su respuesta. Supongamos que nos dicen: “porque es cuánto”, entonces les diremos que “cuando” se dice “grande”. Del mismo modo les preguntaremos por qué no eligieron la otra manzana. Supongamos que nos dicen “es que tiene menos”. Entonces les diremos: “tiene menos” se dice “pequeña”.
Debemos estar preparados para distintas situaciones que pueden producirse, y reflexionar sobre nuestra propia forma de preguntar. Valga la siguiente anécdota: un profesor preguntó a los niños, a partir de dos manzanas de diferente tamaño: si tuvieran mucha hambre ¿cuál manzana se comerían? Los niños respondieron: “Las dos”. Esto muestra la espontaneidad que mueve las mentes de estos niños, una espontaneidad llena de lógica y sentido común. Cuando esto ocurra no debemos corregirlos, pues si lo hacemos estaríamos invitándolos a la adivinación más que al razonamiento. Deberíamos reflexionar sobre nuestra forma de preguntar, cambiando entonces la pregunta, o seguir el diálogo mediante ejemplos que ayuden a canalizar el objetivo de la actividad.
Elegiremos otros dos objetos o dibujos de la misma clase, muy significativos, y les haremos preguntas cuyas respuestas obliguen a expresarse con “grande” y “pequeño”, siempre por comparación. Seguiremos la actividad utilizando distintos objetos que no pertenezcan a la misma clase: balón-manzana, mesa-gis, etcétera.
INCLUYE ADEMÁS:
JUEGOS Y ESTRATEGIAS PARA ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN PREESCOLAR