¿Qué son las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)?
Las barreras para el Aprendizaje y la Participación son obstáculos que impiden que las y los estudiantes accedan y ejerzan su derecho a la educación.
Tipos de Barreras para el Aprendizaje y la Participación
Existen 4 tipos de barreras principales, las cuáles son:
1. Actitudinales
Relacionadas a las interacciones y concepciones sociales respecto a la atención a la diversidad.
2. Didácticas
Métodos de enseñanza y de evaluación que no son acordes a las necesidades reales de las y los estudiantes
3. Normativas
Impedimento desde las leyes, normas, disposiciones políticas, entre otras.
4. Estructurales
La normalización de la exclusión.
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¿Qué se necesita para minimizar o eliminar las BAP?
Para minimizarlas o eliminarlas es necesario reconocerlas, crear conciencia y emprender acción desde las dimensiones para la educación inclusiva.
Culturales
¿Cuáles son las relaciones, valores y creencias de la comunidad escolar?
Políticas
¿Cómo se encuentra conformado el sistema para responder a la diversidad de mi escuela?
Prácticas
¿De qué manera se reflejan las culturas y prácticas inclusivas en mi escuela?
Estrategias para identificar las Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)
Para llevar a cabo la identificación de las BAP en la comunidad escolar, en el entorno inmediato y a partir de la diversidad de estudiantes que conviven en la escuela, se podrá llevar a cabo un procedimiento mediante el cual se evalúen las culturas, políticas y prácticas que se definen en el Índice de Inclusión. Desarrollando el aprendizaje y la participación en las escuelas (Índex) (Booth y Ainscow, 2000).
Paso 1. El colectivo realiza un diagnóstico de la escuela
Para realizarlo, se podrán retomar los diagnósticos que previamente se han trabajado; cuidando de analizar el nivel de construcción de comunidad que se lleva a cabo en la escuela, los valores que se comparten, las políticas escolares y de organización que prevalecen, así como su influencia en favorecer la inclusión.
También es importante que identifiquen que en el Programa analítico y la planeación didáctica estén presentes la atención a las
necesidades de la diversidad que se encuentran en la escuela y el aula, por ejemplo, a través de estrategias donde se involucren a las y los estudiantes y se fomente el uso de múltiples formas de representación y expresión como los propuestos por el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA).
Algunos ejemplos de las BAP se pueden identificar en la siguiente tabla:
Para determinar los apoyos que haría falta realizar para eliminar las BAP detectadas, se pueden usar las siguientes preguntas como ejemplo:
¿Hay una cultura de empatía, solidaridad y cooperación en la escuela?
¿La escuela se organiza para una participación equitativa de todas y todos sus integrantes?
¿Se ofrecen múltiples formas de acceder a la educación en el aula?
¿Hay respeto y valoración de las diferencias?
¿Las políticas y acciones que se aplican buscan fomentar la inclusión?
¿La accesibilidad física permite la participación plena de todas las
personas?
No olvidar incluir a las familias y las y los estudiantes en los hallazgos del diagnóstico. Se podrá hacer uso de las mismas preguntas o indicadores que determinaron en colectivo para poder tener un avance del diagnóstico durante las sesiones del CTE, para aplicarlo a una muestra considerable de integrantes de las familias y obtener sus impresiones al respecto.
Es importante que esas mismas preguntas o indicadores, pero en un lenguaje accesible y claro para el nivel educativo en que se
encuentren, se apliquen a las y los estudiantes, para obtener un panorama completo de cómo están visualizando los retos y los logros en favor de la educación inclusiva, que se viven en su entorno escolar.
En el contexto de la práctica docente, para obtener los elementos al respecto de las BAP que haga falta atender en el aula, se deberán analizar los apoyos que se están brindando para que todas y todos accedan al currículo, de manera que se proporcionen múltiples formas de implicación, de representación y de acción y expresión.
Para ello, se pueden guiar de las siguientes preguntas:
¿Empleo múltiples formas para presentar la información en el aula?
¿Contribuyo al desarrollo de la autonomía en mis estudiantes?
¿Ofrezco soluciones para clarificar el lenguaje, las matemáticas y otros
conceptos?
¿Motivo las preferencias individuales de mis estudiantes a partir de sus
intereses?
¿Ofrezco opciones para que mis estudiantes presenten sus actividades y proyectos en múltiples formas de representación?
¿Propicio la autoevaluación constante y la evaluación formativa?
Una vez que se obtienen los hallazgos más importantes de las culturas, políticas y prácticas que se identifican en la escuela como pendientes, así como el progreso hasta el momento, se realiza un resumen y se presenta como diagnóstico; el mismo debe dar cuenta de los retos que aún enfrentan y los avances que tienen rumbo a la inclusión, sin perder de vista la realidad de la escuela, es decir, los recursos con los que se cuenta, sean materiales o humanos.
El diagnóstico se podrá actualizar constantemente, según se requiera y de acuerdo con las experiencias que se vivan en el contexto escolar.
Paso 2. Plantear la ruta de trabajo para las BAP identificadas
Se deberá realizar un plan de acción en el que se organicen las prioridades, de acuerdo con las necesidades detectadas en el
diagnóstico; recordando que el propósito será minimizar o eliminar las prácticas de exclusión dentro de la escuela, es decir, las Barreras para el Aprendizaje y la Participación que se identifiquen.
Para poder desarrollar este plan de acción, tomar en cuenta lo siguiente:
¿Cuáles son las acciones prioritarias?
¿Qué se busca lograr con esas acciones?
¿En qué orden se podrán realizar?
¿Cuáles serán las responsabilidades de cada integrante del colectivo?
¿En qué plazo se realizarán las acciones?
¿Cómo aportarán estas acciones a los retos en pro de la inclusión?
Aprovechen la experiencia, gustos y habilidades de cada una de las personas del colectivo escolar para que se distribuyan los roles y se busquen los mecanismos de acción para cada reto detectado.
Es posible que al avanzar con las acciones determinadas para realizar en el corto plazo vayan surgiendo nuevas necesidades, por lo cual el plan de acción podrá ser modificado según convenga a lo detectado en colectivo.
Paso 3. Revisión de avances
Se revisarán los avances de estas implementaciones, analizando el tiempo establecido contra el que se tomó para lograrlo y el nivel de cumplimiento de los mismos. No se debe olvidar incluir a toda la comunidad escolar en estas evaluaciones, las cuales se volverán permanentes.
Las evidencias se podrán documentar como se considere pertinente, sea a través de materiales multimedia, informes, cuestionarios aplicados, entre otros. Tomen en cuenta las siguientes preguntas:
¿Qué logros se obtuvieron?
¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentaron?
¿Qué acciones se encuentran pendientes?
¿Se realizó un trabajo colaborativo entre todo el colectivo escolar y su comunidad?
¿Las acciones planteadas fueron realistas para las posibilidades de la escuela?
¿Se avanzó en la valoración a la diversidad entre el estudiantado?
Cada nuevo ciclo escolar o cada que lo determine el colectivo se podrá realizar un nuevo diagnóstico en el que se identifiquen esas barreras que impiden el aprendizaje y la participación plena de estudiantes, familias y personal educativo, pues conforme la población vaya cambiando, habrá nuevos retos y nuevos logros identificables en el entorno escolar.
No se trata de agregar carga administrativa al colectivo docente, sino aprovechar todas las estrategias que se realizan día con día para que todo contribuya a buscar lograr la inclusión en la escuela.
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